Con motivo del premio Nobel de Química
de 2016, me resulta altamente gratificante hacer mención al trabajo de uno de
los galardonados: de Bernard Feringa, quien en una entrevista aseguró que "probablemente, el poder de la química no radica sólo en su entendimiento, también involucra la creación de materiales que nunca antes existieron…[1]”.
El lector debe entender que las
moléculas están en continuo movimiento. La molécula de agua, por ejemplo, se
mueve de una forma particular que la diferencia de otras sustancias. Sin
embargo, el movimiento es “convenenciero”, es decir, la molécula se mueve para
mantener el mínimo gasto de energía, en las condiciones que se encuentre.
Las moléculas se parecen a las
personas en lo “convenenciero”, porque queremos tener todo el placer de
existir, sin hacer mucho esfuerzo. Sin embargo, si estoy casado y tengo hijos,
debo moverme de una forma que me permita tener dinero para mantenerlos.
Entonces me convierto en una máquina, en un engrane de la maquinaria
capitalista.
Ahora nos estamos adueñando del
movimiento de las moléculas, las hacemos “bailar” a nuestro criterio. El primer
motor molecular fue creado por el grupo de investigación de Feringa en 1999. Este
motor contiene alquenos corona sobrepoblados y se aprovecha de la ingeniería
asimétrica propia de la molécula. Por medio de la irradiación de luz, fue
posible obtener una rotación unidireccional a través de los ciclos[2].
Ilustración 1. Interacción de la energía luminosa para mover unidireccionalmente una molécula |
Posteriormente, un par de estas
moléculas fueron unidas para formar una cuchilla rotatoria y finalmente, se
unirían a un “chasis molecular” para generar un pequeño motor.
Seguramente, la descripción anterior
resultó muy general y difícil de seguir. Para ayudar un poco a comprender el
resultado final de esto, puede verse el siguiente video. En él se muestra como
se mueve esta “máquina” una vez ensamblada:
El lector puede percatarse de que, con
buenas animaciones, es mucho más fácil entender esto. De esta manera CONEDUCyT, como participante del programa RENICYT del Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología, manifiesta su fuerte interés en promover una cultura en
la cual “le perdamos miedo a la ciencia”. El Comité de Investigación
Tecnológica está trabajando en proyectos orientados al desarrollo de
herramientas multimedia que faciliten temas de interés científico, como el aquí
descrito.
Creo importante indicar
que el desafío que enfrentamos, como miembros de la Sociedad Civil, no es
simplemente el desarrollo de herramientas didácticas, sino que radica en fomentar en la sociedad mexicana el nivel de abstracción adecuado
para pasar, de lo meramente audiovisual, al adecuado desarrollo de la cognición
abstracta y creativa que todos los seres humanos poseemos.
Por último, y con respecto al tema abordado, hay que destacar lo dicho por el jurado del Nobel: "el motor molecular está hoy en la misma fase que el motor eléctrico en los años 1830, cuando los científicos exhibían manivelas y ruedas, sin saber que ello conduciría a los trenes eléctricos, a las lavadoras, a los ventiladores a las batidoras". He ahí la importancia de hablar de este avance tecnológico.
M. en C. Oscar Iván Elizalde Cuevas
Presidente de la Junta Directiva
[1] Tomado de The Royal Swedish Academy
of Sciences: https://www.nobelprize.org/nobel_prizes/chemistry/laureates/2016/press.html.
Consultado en octubre de 2016.
[2]
Koumura, N.; Zijlstra, R. W. J.; Delden, R. A. van; Harada, N.; Feringa, B. L.
Light-Driven Monodirectional Molecular Rotor. Nature 1999, 401 (6749), 152–155.